DISTRITO HUARO
El distrito
de Huaro es uno de los doce distritos de la Provincia de Quispicanchi, ubicada en el Departamento de Cuzco, Perú, bajo la administración el Gobierno regional del Cuzco.
Historia
El distrito fue creado mediante Ley No. 11863
del 26 de septiembre de 1952, dado en el gobierno del Presidente Manuel A. Odría.
Geografía
Su capital, el pueblo de Huaro, que se ubica a
3.162 msnm. Se ubica la Laguna Qoyllurumana.
Autoridades (2015-2018)
Alcalde: Elmer Pinares Huanca, del Movimiento
ACUERDO POPULAR UNÍFICADO (APU).
Regidores: Dina
Muñoz Zambrano, Faustino Huamán Ccasa, Leonodas Huillcahuaman Yuca, Juan Huillcahuaman
Delgado, Inocencio Yuca Almiron
Festividades
San Hilarión
(Canincunca-Huaro)
festividad de la
Virgen Purificada- Canincunca-Huaro
Sara Raymi Huaro
Peregrinación en la
Octava del Señor de Qoyllurit'i del Distrito de Huaro- provincia de
Quispicanchi. denominada también como el Huch'uy Qorpus por comunidades de
Ocongate, Ccarhuayo y Ccatcca y Marcapata
Templo colonial de Huaro
El templo de San Juan Bautista de Huaro, fue
declarado "Monumento Histórico" mediante Resolución Suprema N°
2900-72-ED de fecha 28 de diciembre de 1972. Se encuentra ubicado en la
Plaza Principal del distrito de Huaro, provincia de Quispicanchis,
departamento del Cusco, a 40 Km. de la ciudad de Cusco.
La actividad principal de
la población de Huaro es la agricultura,
por lo cual mantiene una operación comercial constante con Cusco y
los distritos aledaños a ella, siendo el maíz la principal producción
.
Características del templo
Frente a
un amplio atrio al que se accede a través de tres gradas de piedra labrada, se
encuentra el ingreso principal al templo al que se desciende por dos desniveles
y un descanso de piedra labrada. La portada principal conduce hacia el primer
espacio o sotocoro. Hacia la derecha de éste se encuentra una escalinata con
tres gradas de piedra y el resto de tierra apisonada que nos conduce al coro.
Adosada a
la iglesia en forma perpendicular se hallan los ambientes pequeños del
bautisterio (muro del evangelio), dos capillas laterales, la sacristía y el
depósito de andas a manera de contrafuertes que hacen un juego de volúmenes
característica de las iglesias de la región.
El mayor
espacio interior está ocupado por la nave de planta rectangular. La cubierta de
la nave se halla limitada por el arco triunfal o toral que se encuentra más
elevado con referencia a la nave principal. A continuación se ubica el
presbiterio al que se accede por un podio escalonado de piedra labrada, a los
costados se hallan los accesos a la sacristía y depósito de lienzos que
custodian la capilla, las puertas son de madera color verde colonial, en el
muro testero se ubica una ventana con derrame, marco de madera y vidrios
simples.
La portada
lateral está diseñada con arco de medio punto trabajada en piedra, puerta de
madera.
LA PINTURA MURAL
Constituye
una de las primeras formas de expresión artística del hombre. Usada desde
tiempos prehispánicos. En tiempos hispanos, durante los siglos XVII a XIX,
Huaro, recibió diferentes influencias artísticas tanto de las escuelas europeas
como la influencia indígena. Desde la llegada de los españoles al
territorio de los Incas, se mezclaron técnicas hispanas e indígenas en la
ejecución de obras de arte.
Los
primeros dibujos ejecutados en el templo de Huaro fueron al parecer en el
presbiterio, de autores anónimos. Posteriormente se ampliaron las obras hacia
los muros de evangelio y la epístola, muro de pies para luego ascender hacia el
coro y el cielo raso. La mayoría de las pinturas murales son obra de Thadeo
Escalante y de sus discípulos.
En el
siglo XVIII, la decoración subió hasta los techos y bóvedas. Como una evocación
al cielo. A partir de entonces, la decoración se ejecuta en todo el
espacio interior (muros. Techos, cielo raso, columnas. etc.)
Tanto
mestizos como indios son cada día más numerosos en los gremios de pintores. La
creciente presencia de éstos modificará las características arquitectónicas de
la región y producirá el fenómeno que se ha definido como "Barroco
mestizo". Estilo que se prolonga hasta mediados del siglo XIX.