Distrito de Andahuaylillas
Su capital, el pueblo de Andahuaylillas se ubica a 40 kilómetros de la
ciudad del Cusco, destacándose por su arquitectura colonial.
Su plaza principal está rodeada de antiguas casonas y tiene arboles de
pisonay.
El atractivo más destacable de esta localidad es la iglesia San Pedro de Andahuylillas que fue
construida en el siglo XVII.
El interior está profusamente decorado con pinturas murales, altares barrocos de madera tallada
y cuenta con lienzos de la Escuela cuzqueña de pintura que se
desarrolló al iniciarse la presencia hispana.
Autoridades (2015-2018)
Regidores: Félix Ttito
Pilares (TyL), Mavel Vilma Miranda Almaras (TyL), Wile Ccoa Gutiérrez (TyL),
Hilber Paucar Ccama (TyL), Marcelino Arriaga Yuca (Autogobierno Ayllu).
Festividades
San Sebastián
Semana Santa
Señor de Qoyllorit'i
San Pedro y San Pablo Virgen de la Asunción
Geografía
Geografía
Geografía
Su capital, el pueblo de Andahuaylillas se ubica a 40 kilómetros de la
ciudad del Cusco, destacándose
por su arquitectura
colonial.
Su plaza principal está rodeada de antiguas casonas y tiene árboles de
pisonay.
El atractivo más destacable de esta localidad es la iglesia de San Pedro de Andahuaylillas que fue construida en
el siglo xxvi. El interior está
profusamente decorado con pinturas murales, altares barrocos de madera tallada y cuenta con lienzos de la Escuela de pintura de Cusco que se desarrolló al
iniciarse la presencia hispana.
A 39 km de la ciudad de Cusco se encuentra el poblado de Andahuaylillas, fundado en 1572 por el virrey Francisco de Toledo. La belleza de su arquitectura colonial se puede apreciar hasta el día de hoy, siendo uno de sus principales exponentes el templo de San Pedro Apóstol, conocido también como la “Capilla Sixtina de América”. Se encuentra ubicado frente a la encantadora plaza mayor, empedrada en forma de damero y enmarcada por los árboles de pisonay.
Atractivos turísticos.
La "Capilla Sixtina" de América
La iglesia San Pedro de Andahuaylillas es el mayor atractivo para los visitantes, pues debido a la calidad de sus obras de arte es considerada como la "Capilla Sixtina" de América.
Fue construida por los Jesuitas a finales de siglo XVI y principios del XVII. Su estructura arquitectónica es la clásica de las iglesias de pueblos pequeños. Sus paredes son anchas, típicas de los edificios coloniales, hechas con ladrillos de barro secados al sol, una fachada adornada con murales y dos columnas de piedra proyectadas hacia la verja principal.
Si bien su arquitectura es relativamente modesta, la decoración de sus interiores es lo más impresionante del recinto. Podemos citar en primer lugar un cuadro de la "Virgen de la Asunción", cuya autoría es del histórico pintor español Esteban Murillo. Se aprecian también murales atribuidos a Luis de Riaño (S. XVII) que representa la elección del hombre por la gloria. A este pintor se le atribuyen, además, las pinturas que decoran los zócalos y un notable óleo del arcángel San Miguel.
La iglesia alberga, adicionalmente, una colección de lienzos de la Escuela Cusqueña jamás vista, que representa la vida de San Pedro (con impresionantes marcos en pan de oro), un majestuoso órgano, orfebrería de plata y un altar barroco.
Dentro del recinto, se aprecian ambientes en donde hay restos de alguna construcción inca. Hacia fuera, en el lado occidental del patio delantero, hay tres cruces grandes esculpidas que representan la Trinidad, símbolo Santo de Catolicismo, es decir: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Al edificio principal se entra cruzando una verja de arquitectura de transición (entre inca y colonial). En el dintel ubicado en el lado occidental de la nave, destacan dos esculturas de cuadrúpedos; hacia el lado izquierdo está el baptisterio; y alrededor de su entrada un epígrafe: "yo lo bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"; en cinco idiomas: latín, español, quechua, aymara y pukina (hoy un idioma extinto).
Dentro de la iglesia hay dos secciones diferenciadas que corresponden a las dos fases de su construcción; ellas están separadas por el arco principal interior. Ésa es la razón por la que esta iglesia tiene dos púlpitos. En la parte más antigua que está bajo el arco interior se aprecia que la mayoría de adornos son de estilo mudéjar (mezcla arábigo-cristiana que se desarrolló en España entre los siglos XIII y XVI).
Es impresionante la cantidad de frescos que cubren las paredes y, sobre todo, el techo, con modelos geométricos y flores adornadas con hojuelas de oro. El Altar es alto, barroco, tallado en madera de cedro y adornado, también, con hojuelas de oro; en el centro está la efigie de la "Virgen del Rosario". Su tabernáculo está cubierto con platos de plata. Hacia abajo, tiene un área de espejos que sirven para reflejar la luz de las velas y la exterior que entra a través de la verja, mejorando la iluminación interior.
A un lado del Altar está la sacristía, donde se guarda la ropa de los sacerdotes bordada con hilos de plata y oro. Esta sacristía también poseía objetos y joyería de oro y plata que, lamentablemente, fueron robados en el año 1992, sin que hasta la fecha hayan sido recuperados.
La iglesia San Pedro de Andahuaylillas es el mayor atractivo para los visitantes, pues debido a la calidad de sus obras de arte es considerada como la "Capilla Sixtina" de América.
Fue construida por los Jesuitas a finales de siglo XVI y principios del XVII. Su estructura arquitectónica es la clásica de las iglesias de pueblos pequeños. Sus paredes son anchas, típicas de los edificios coloniales, hechas con ladrillos de barro secados al sol, una fachada adornada con murales y dos columnas de piedra proyectadas hacia la verja principal.
Si bien su arquitectura es relativamente modesta, la decoración de sus interiores es lo más impresionante del recinto. Podemos citar en primer lugar un cuadro de la "Virgen de la Asunción", cuya autoría es del histórico pintor español Esteban Murillo. Se aprecian también murales atribuidos a Luis de Riaño (S. XVII) que representa la elección del hombre por la gloria. A este pintor se le atribuyen, además, las pinturas que decoran los zócalos y un notable óleo del arcángel San Miguel.
La iglesia alberga, adicionalmente, una colección de lienzos de la Escuela Cusqueña jamás vista, que representa la vida de San Pedro (con impresionantes marcos en pan de oro), un majestuoso órgano, orfebrería de plata y un altar barroco.
Dentro del recinto, se aprecian ambientes en donde hay restos de alguna construcción inca. Hacia fuera, en el lado occidental del patio delantero, hay tres cruces grandes esculpidas que representan la Trinidad, símbolo Santo de Catolicismo, es decir: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Al edificio principal se entra cruzando una verja de arquitectura de transición (entre inca y colonial). En el dintel ubicado en el lado occidental de la nave, destacan dos esculturas de cuadrúpedos; hacia el lado izquierdo está el baptisterio; y alrededor de su entrada un epígrafe: "yo lo bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"; en cinco idiomas: latín, español, quechua, aymara y pukina (hoy un idioma extinto).
Dentro de la iglesia hay dos secciones diferenciadas que corresponden a las dos fases de su construcción; ellas están separadas por el arco principal interior. Ésa es la razón por la que esta iglesia tiene dos púlpitos. En la parte más antigua que está bajo el arco interior se aprecia que la mayoría de adornos son de estilo mudéjar (mezcla arábigo-cristiana que se desarrolló en España entre los siglos XIII y XVI).
Es impresionante la cantidad de frescos que cubren las paredes y, sobre todo, el techo, con modelos geométricos y flores adornadas con hojuelas de oro. El Altar es alto, barroco, tallado en madera de cedro y adornado, también, con hojuelas de oro; en el centro está la efigie de la "Virgen del Rosario". Su tabernáculo está cubierto con platos de plata. Hacia abajo, tiene un área de espejos que sirven para reflejar la luz de las velas y la exterior que entra a través de la verja, mejorando la iluminación interior.
A un lado del Altar está la sacristía, donde se guarda la ropa de los sacerdotes bordada con hilos de plata y oro. Esta sacristía también poseía objetos y joyería de oro y plata que, lamentablemente, fueron robados en el año 1992, sin que hasta la fecha hayan sido recuperados.
La Plaza de Armas de Andahuaylillas
La inmensa Plaza de Armas está rodeada de frondosos árboles de pisonay (o árboles de coral) y árboles de palma. Está considerada como una de las plazas más hermosas de la región.
A pocos kilómetros de aquí se encuentra la localidad de Huaro, en donde se dice residían los brujos en tiempos del Incario. Allí hay un magnífico templo colonial cuyas pinturas murales son de Tadeo Escalante (1803), uno de los últimos maestros de la Escuela Cusqueña.
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